VIAJES CON OLOR A LIBERTAD.

  El trabajo de tu padre como bien sabes; está relacionado con una empresa a nivel nacional; es por ello que constantemente pasa largos periodos fuera de casa; nosotras ya estamos más que acostumbradas a su ausencia; pero hubo un tiempo en que la oportunidad de viajar juntos se hizo posible.

  Viajábamos con él siempre en temporada de vacaciones ó un fin de semana express; en la primaria era más fácil pedir un permiso y así poder llevarte con nosotros; gracias a tus buenas calificaciones nunca tuvimos problema en la escuela; a parte la mamá exigente que tienes siempre llevaba consigo algunos libros y una libreta para que pudiéramos repasar lecciones; empacábamos y listo!

  Nuestro primer viaje por el interior del país fue al maravilloso puerto de Veracruz; en plena temporada de calor; llegamos muy temprano, casi de madrugada; tuvimos que esperar un tiempo para pasear por el malecón y observar el mar; eran imágenes tan lindas que espero se te hayan grabado en la mente y en tu corazón como a mí; eras muy pequeña, tus pantaloncitos cortos y las playeras te hacían ver muy linda y coqueta; recuerdo muy bien que te impresionaste más por el tamaño de una cucaracha que por la inmensidad del mar! Era la primer vez que veías algo parecido; lo pasamos muy bien, fueron quince días en el puerto, solas la mayoría del tiempo ya que tu padre tenía que trabajar; hubo algunos contratiempos con él pero finalmente fue un lindo viaje.

  Después pudimos recorrer el hermoso estado de Michoacán, uno de los más bellos de la República; Zamora, Uruapan, Zitácuaro, Pátzcuaro y la laguna de Janitzio, en donde hicimos el clásico recorrido en lancha hasta llegar a la famosa isla en la cual se lleva a cabo una de las más viejas tradiciones en México, acudir al panteón cada dos de noviembre y honrar a nuestros muertos; conservo tu foto en donde llevas puesta una sudadera color crema y naranja y traes un par de trencitas cortas y graciosas; hacia mucho frío durante el paseo; pero te portaste muy bien.

  También tuvimos la oportunidad de visitar el Santuario de las mariposas monarca; todo un espectáculo que produce una sensación de paz y comunión con la naturaleza; ver a miles  de mariposas revolotear al compás del sol, es simplemente maravilloso; ¿recuerdas el delicioso pastel que comimos en en centro de Morelia? estaba delicioso junto a mi café; lo disfrutamos en verdad.

  Es una bendición tener la oportunidad de conocer infinidad de pueblos y ciudades de nuestro país, eres una niña privilegiada; puedes presumir de ello, sin embargo no lo haces porque no eres una niña presumida; lo tomaste como experiencias de vida sin ánimo de pavonearte; esas vacaciones en la playa de Acapulco en donde te quemaste la cabeza por todo el tiempo que te pasaste bajo el sol, es algo de lo que no quisieras presumir, ni siquiera te diste cuenta de las quemaduras! Pero se solucionó fácil con una simple pomada, sin cortisona claro está, y de nuevo otra vez al mar.

  Espero que como yo pienses que esos viajes nos servían para escapar de nuestra rutina diaria, que nos daba fuerzas el respirar aire puro, conocer diferentes tipos de personas; todas ellas muy amables, era el tiempo perfecto para que tú aprendieras y reconocieras las importancia de cuidar nuestra naturaleza; eran viajes con olor a libertad; pero desgraciadamente no todo fué bueno; en uno de ellos vivimos una de las experiencias más tristes de nuestra pequeña familia...