viernes, 3 de diciembre de 2010

NIÑA DE POCAS PALABRAS.

   Al parecer el que no hablaras a tiempo como cualquier niña de tu edad es  herencia de tu papá; el pasó por el mismo problema, tú y él compartieron ese poco vocabulario que se complementaba con señas; te das cuenta que si tienen algo en común? En realidad tienen mucho en común, empezando por el parecido físico, no te pareces a mí, (gracias a Dios) eres la viva imágen de tu padre y por ende la misma que tu abuelita! Se que no te agrada mucho la idea, pero ni modo; tu blanca piel y los razgos de tus ojos es algo tan característico de tu familia paterna.

  Antes de entrar al jardín de niños era necesario que acudieras a terapias de lenguaje; los doctores después de muchos estudios, concluyeron que tu hablarías cuando te diera la gana; y así fue! Ahora esa niña de pocas palabras habla hasta por los codos; callarla imposible y cuando hace berrinche menos.

  Entraste a una etapa que cambiaría tu visión de la escuela, el primer día en el jardín de niños entraste con curiosidad y para mi sorpresa no lloraste como los demás niños; parecías ansiosa por conocer ese nuevo mundo; supongo que esa reacción tuya tuvo mucho que ver con el hecho de que eres hija única y que te sentías sola en casa, en donde te la pasabas jugando con las clásicas muñecas Barbie que eran tus consentidas; nunca te gustó jugar con bebés llorones de juguete, a mí tampoco me agradaba la idea de comprarlos;  no deseaba educarte solo para ser madre, tu y yo platicamos y estamos en contra de  esos juguetes que animan a las niñas a sentirse mamás desde temprana edad; deberían de prohibirlos por discriminatorios; una mujer debe aspirar a muchas más cosas antes de ser madre; es una responsabilidad muy seria y vaya que te lo digo por experiencia! Pero a fin de cuentas es una decisión que solo está en tus manos.

  La que lloró después de dejarte en tu primer día de escuela fuí yo; me sentía muy solita en casa, pero a la vez estaba muy feliz de que tuvieras esa linda experiencia; lamento no haber compartido muchos de tus momentos en la escuela; era muy parca con mis sentimientos, al igual que tu padre no sabía como expresarlos; eso complicaba tu aprendizaje; del kinder saliste leyendo y haciendo operaciones matemáticas sencillas; pero eso implicó una exigencia muy dura de mi parte; se que  lo recuerdas muy bien, desde pequeña tuviste que soportar a la madre que no se conformaba con una baja calificación, de nuevo aparecía esa mujer que deseaba una hija perfecta; aparecieron los gritos, y palabras muy duras que te dolían más que un golpe; no soy valiente al confesarlo; soy una cobarde que se cobijó siempre bajo la estúpida idea de querer un buen futuro para tí, sin darme cuenta que estaba haciendo de tí un ser infeliz.

  Ese es el origen de que no tuvieras un cariño por el estudio; si aprender implicaba un grito, un golpe ó una mala palabra preferías no aprender; creéme que en verdad lo lamento con el alma, no hay ni habrá nada que remedie el daño hecho; es muy doloroso reconocerlo; yo lo viví y juraba no repetirlo contigo; una vez más me equivoqué. Que fácil para mi sería no escribir esta parte; pero eso significaría seguir evadiendo la realidad. 
 
  Festivales, tareas, bailes, trajes típicos, profesores que no ponían empeño en su trabajo, tus primeros amores de primaria, uniformes, etc., infinidad de anécdotas en tus primeros seis años de escuela formal, fuiste de las pocas niñas con buenas calificaciones; incluso formaste parte de la escolta en la primaria; me sentí muy orgullosa de tí cuando te entregaron tu certificado; peleaste uno de los tres mejores lugares con Tania; ella fué tu pesadilla! Recuerdo todos y cada uno de los problemas que tenías con esa niña, no soportabas que se portara de una manera tan prepotente contigo y con otros compañeros.

 Tienes una linda y bella cualidad, eres una niña noble a la que no le gustan las injusticias, lloras cuando ves una película triste, no te agrada ver a gente mayor en las calles pidiendo limosna, abandonados por su familia; te duele si hay un niño en la calle pidiendo de comer ó haciendo malabares en un semáforo, no te gusta que abusen de las personas indefensas, eso habla de que tienes un espíritu sensible, tierno y bondadoso; y ¿sabes? eso me alegra, me enorgullece tener una hija como tú; eres una bendición mi niña de pocas palabras...mi súper estrella!
 

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