lunes, 6 de diciembre de 2010

LA IMPORTANCIA DE SER UNA PRINCESA.

  Como recuerdas pequeña, sabes que mi primer deseo era que tú fueses un varón;  sin embargo la vida me dio la oportunidad de tener en mis brazos a una linda mujercita; con usted señorita supe el arte de vestir a una muñeca.

  Para una mujer las condiciones de vida se presentan más difíciles que a los hombres; es por ello que debemos estar mejor preparadas; puse todo mi empeño y hasta exageré para que tú no pensaras en ser solo una ama de casa rodeada de hijos; pero lamentablemente "nadie escarmienta en cabeza ajena" por mucho que me esfuerce por mostrarte los beneficios de pensar en un futuro lleno de satisfacciones, conocer y conservar amigos, viajar y vivir un sin número de experiencias,  antes de comprometerte con una pareja; solo tú puedes decidir finalmente lo que quieres hacer con tu vida.

  Recuerdo que no me agradaba  me dijeran que las mujeres son débiles, que había que vestirlas de rosa  y regalarles bebés de juguete y carreolas con pañalera incluida; te vestí como yo creía que debería ser; mi mamá te hacía vestidos muy bonitos;  yo compraba moñitos y un montón de baratijas para adornar tu cabello; eso no dejó de lado el que tuvieras pantalones de mezclilla, playeras de colores y tenis a la moda; nunca me gustó seguir un modelo fijo para vestirte.

  Todo lo que encontraba y pensaba que se te vería lindo, lo compraba; como no iba a hacerlo si tu eres mi única hija! Aprendiste pronto lo que a muchas niñas les da miedo; andar en bicicleta, patines, y te encantaba intentar subirte a los juegos mecánicos exclusivos para adultos; no eres una niña que le asusten ese tipo de cosas, pero hay algo que si te puede hacer mucho daño, ya te lo he comentado infinidad de veces, eres muy ingenua.

  A raíz de todas las experiencias que has vivido en casi dieciocho años, tu padre y yo formamos una especie de cápsula a tu alrededor, quisimos protegerte más de lo apropiado; incluso sabes que a esa cápsula me refiero como a "tu capsulita rosa" en donde piensas que no existe gente con malas intenciones, en donde crees que todos tus amigos son lo mejor del mundo; no te ha dejado que te enfrentes a la realidad.

  Una madre sin embargo hace todo lo posible por sus hijos, si tu vivieras una amarga experiencia, estaré aquí todas las veces que me necesites, como lo he estado siempre; hay algo que no se te olvida; es el hecho de que yo no te enseñé a andar en bici, de eso se encargó la mamá de una amiguita tuya; pero aún así no dejó de darme gusto que finalmente lograras mantener el equilibrio en ella; mi madre tampoco estuvo presente cuando me subí por primera vez en bicicleta; pero eso no me impidió aprender.

  Estuve presente en otros logros; ¿recuerdas cuando ganaste el concurso de Barbie dos veces? La casa se llenó de juguetes y tuvimos que regalar varios de ellos; fue la recompensa a un esfuerzo por hacer un buen trabajo; ahora solo conservas unas cuantas muñecas; te da nostalgia y no quieres perderlas por completo; pasabas horas jugando.

  Ahora como ironía tienes tu cuarto pintado de rosa y morado, un botecito de basura con una muñeca de cabellos dorados y el techo con estrellas en el mismo color; pero hay unos detalles extra; junto a tus queridas barbie, hay ángeles y una rosa de color oscuro que te regalaron; también muchos recortes  y posters de tus artistas favoritos pegados en la pared, la puerta de tu cuarto está marcada por unos grafitis con tu nombre, con minúsculas estrellas al rededor; fotografías de tus amigos y  tu familia complementan la decoración; a veces no sé para donde voltear; sin embargo te siguen gustando los cobertores rosas, con imágenes de películas de Disney.

  Espero nunca pierdas ese encanto que te hace ser una niña sencilla sin falsas pretenciones; eres la princesa de un bello cuento...nuestro cuento...

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