miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL PRINCIPIO DE UNA LINDA HISTORIA...

 En realidad no sabía por donde empezar, me fué difícil ordenar todas mis ideas, solo se que esta historia cuenta con un principio que en un momento pudo ser incierto, de lo que debes estar segura es que tu formabas parte ya de mis pensamientos desde hace muchos años atrás.
 
   Te has quedado con una idea falsa de que tú eres un accidente ó un error en mi vida, déjame decirte que no es así, tal vez ahora no lo puedas comprender; sabes perfectamente bien la historia que pasé al lado de mis padres; esa etapa de mi vida tiene mucho que ver contigo, cuando conocí a tu papá jamás imaginé en ese momento que sería mi pareja durante todo este tiempo! De hecho no era mi ideal de hombre, no era lo que yo buscaba, no somos parecidos y tampoco compartimos los mismos gustos, tú conoces más que nadie esta situación; pero te diré que la primera vez que lo ví me gustó mucho, que cada vez que iba a una fiesta lo buscaba con la mirada y cuando nuestros ojos se encontraban, mi corazón saltaba de emoción, creo que a él le pasaba lo mismo. Entre los dos hay una magia muy especial cada vez que bailamos, surgió inmediatamente después de tomarme de la mano por primera vez, a partir de entonces supe que sería el amor de mi vida, aún siendo tan diferentes. Tu papá es un hombre raro, sabemos que es por la relación tan apartada que llevaba con sus padres, no le enseñaron a demostrar cariño, pero eso no ilmplica que él no te ame; aunque no te lo diga.

  Los problemas en mi casa cada vez estaban peor, eran prácticamente insoportables; yo trabajaba y salía con tu papá cada vez que podía; regresaba muy tarde, quería pasar el menor tiempo posible en casa, evadía la situación que me parecía dolorosa, actualmente hago lo mismo; cuando hay algo que me lastima trato de no pensar en ello; en mi cabeza pasaban infinidad de pensamientos locos, era muy joven; pero de lo que si estaba segura era que cuando tuviera mis propios hijos no cometería los mismos errores que mis padres hacían conmigo; fué así como la idea de ser madre empezó a dar vueltas en mi mente, solo tenía 17 años recién cumplidos.

  Explicarte como fué que salí embarazada sale sobrando, creo que lo imaginas, pero mejor no te lo imagines! En fin, cuando sospeché que estaba embarazada me dió mucho miedo, no tenía idea de lo que iba a pasar, sobretodo porque yo no estaba casada con tu papá! Tenía temor de la reacción de mi padre, pero para mi sorpresa la que reaccionó de una manera violenta fué mi mamá, era lógico; le había fallado, estuvo muy dolida conmigo por algún tiempo, dejó de hablarme; era un golpe muy duro para ella, según tus tías, mi mami lloró por muchos días después que me fuí de casa.

  Después del miedo de enfrentar a mis padres y salir para siempre de casa, comencé a disfrutar de mi embarazo, pero no todo era lindo; vivir con los suegros no es lo más recomandable, tu papá no trabajaba y ellos solo me juzgaban, yo no era de su agrado, pensaban que su hijo merecía algo mejor, el niño consentido de la casa, se había metido en problemas, embarazó a la novia! Me hicieron la vida imposible hasta que salí de ahí un día que ya no soporté más; tu padre y yo nos enfrentamos entonces con una realidad que no esperábamos.

  Antes de salir de la casa de tus abuelos, ya habías nacido; al principio del embarazo me sentía muy mal, él vómito y los mareos eran intensos, fué gracias a ello que mi madre se dío cuenta de mis estado, no pude engañarla por más tiempo; traté de alimentarme lo mejor posible y presumía de mi pequeña panza; para tí tampoco es un secreto que yo deseaba que fueras varón, era mi tonta idea porque pensaba que un hombre sufre menos que una mujer y  tiene más oportunidades durante su vida; quería evitarte el sufrir, si eras un varón estaría yo más tranquila; pero ese si es un tremendo error; porque las mujeres son igual ó incluso más inteligentes que los hombres, tenemos un sexto sentido del cual ellos no pueden presumir! La mujer es la más bella creación de este planeta, con todo y sus misterios!
 
  Llegó el gran día, un viernes por la noche todo comenzó; unos pequeños dolores me invadían y aún no tenía idea de lo que me esperaba; el sábado por la noche todavía pude ir a bailar con tu papá; caminamos y bailamos un poco; el domingo por la tarde los dolores fueron subiendo de intensidad; ya eran insoportables, mi umbral del dolor es muy delgado, para mí golpearme incluso un dedo representa mucho más que para cualquier otra persona; así que los dolores antes del parto fueron todo un verdadero suplicio; a tí te dió la gana llegar a este mundo hasta ese  lunes de diciembre por la mañana, muy fría por cierto; después de caminar, gritar, llorar, morder y arañar a tu papá y a tu tía Susy, que hasta la fecha no se le olvida, ya sabes como es de exagerada; mis padres estuvieron conmigo desde el día anterior, nunca se separaron de mí; es algo de lo que siempre estaré agradecida.
 
   Cuando ya no podía más, llegó un doctor para anesteciarme; no fué de su agrado que me la pasara yo gritando, incluso uno de ellos me preguntó que hacía ahí en vez de estar disfrutando de una posada, en ese momento me pareció un comentario imbécil, pero en el fondo él tenía razón; era yo muy joven para estar en un hospital en plena labor de parto, recién había cumplido dieciocho años y unos días antes de dar a luz  me casé con tu papá, pero en ese momento lo único que deseaba era que ya nacieras y mi dolor se terminara! Unos minutos después de bloquear mis  contracciones, naciste tú; cuando te acercaron a mí no pude abrazarte como yo hubiese querido, estaba muy adolorida y ausente en ese momento como resultado supongo de la anestecia, solo deseaba dormir; creo que mi evasión a la realidad se hizo presente.

  Lo peor llegó después cuando me dijeron que tú no saldrías conmigo porque te quedarías en observación unos días más, debido a que no me atendieron a tiempo tú estabas sufriendo y no lloraste de inmediato al nacer, fué algo de lo que no me dí cuenta cuando saliste de mi vientre; eso me dolió más que todo lo que sufrí durante el parto, salir de ese hospital con las manos vacías era algo que no podía creer; a pesar de estar muy cansada no podía dormir pensando que estabas solita en una incubadora, sin mí.
 
  Fueron días de espera, de ansia por tenerte en mis brazos y besarte; por fin al tercer día de que naciste, pude llevarte conmigo, mi mamá estuvo a mi lado; antes de salir pude registrate y llegaste a casa ya con un bonito nombre, por lo menos a mí me parecía hermoso: Giovana Vianey.

  Al otro día sería nochebuena y hubo tremenda fiesta en casa de tus abuelos, tus tíos entraban y salían del cuarto en dónde estábamos, yo por supuesto en cama, era tu primer fiesta con esa familia; claro que ahora las disfrutas más porque convives, bailas y ríes con tus primos; pero ese nochebuena no tenía nada de buena para nosotras; porque no nos dejaron dormir!

  Una niña hermosa había llegado a este mundo para transformar mi vida por completo, y vaya que lo has hecho, pensaba que contigo iba a enmendar los errores de mis padres, haciendo de tí una niña perfecta, pero durante todo este tiempo ese deseo  no fué nada agradable para tí, el que saliera embarazada y  fueras una mujer no fué un error, la equivocada era yo, sigo siendo yo...


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